Estas piezas están realizadas en gres, texturadas con trozos de madera y vidriadas con un esmalte hecho a partir de cenizas de sarmientos de los viñedos de la bodega Miradorio.
Estos sarmientos me han servido para transformar sus elementos químicos en esmalte cerámico.
Un esmalte, por tanto, formulado a base de cenizas de sarmiento de viña, feldespato, caolín, diversos carbonatos, silicatos, óxidos colorantes como el cobre o el cobalto…..Es la química que constituye la naturaleza, combinada con el fuego y el barro, la tierra.
Éste es el resultado que he obtenido desde mi trabajo, mi experiencia y que ahora comparto.
Tierra, madera, sol y la sal marina que vuela en el viento del Mar Cantábrico
¿Cómo lo he hecho?
He utilizado gres, arcilla de alta temperatura, que se cuece a partir de 1200ºC, un barro refractario con un grano medio para obtener texturas interesantes. Estas texturas las he conseguido con impresión de madera y modelado a mano.
Los esmaltes son resultado de la formulación con elementos químicos obtenidos, entre otros, de las cenizas de sarmiento. Grosso modo, los esmaltes o vidriados cerámicos son una combinación de los siguientes tipos de elementos: sílice, que forma un cristal a temperaturas muy altas, feldespato, compuesto fusible que ayuda a bajar este punto de fusión, opacificantes, como el estaño y el circonio, y colorante, como el óxido de cobre o cobalto, además de otros elementos enriquecedores.
Las cenizas vegetales están químicamente formadas por elementos que, en su adecuada proporción, pueden añadirse a ciertas fórmulas para obtener un vidriado cerámico o esmalte. Por ejemplo, en nuestro caso, las cenizas obtenidas de los sarmientos quemados resultaron tener mucha sílice por lo que no me hizo falta añadir este elemento a mis fórmulas; la sílice de mis esmaltes fue aportada en gran medida por la ceniza, así como las sustancias opacificantes. Para conseguir un punto de fusión adecuado, añadí feldespato y así reduje los 1700ºC que necesita la sílice y estas piezas ha sido cocidas en un rango de 1220º y 1240ºC.
Para conseguir los colores la cerámica utiliza óxidos colorantes: cobre para el verde, cobalto para el azul, hierro para los amarillos y marrones….
Estas piezas están cocidas a una temperatura de 1220ºC – 1240ºC; durante las 12 horas que dura la cocción, este calor ayuda a cristalizar los elementos que componen la arcilla y los esmaltes y transforma los compuestos en cuerpo cerámico y vidriado. Es la química de la cerámica.
La tierra nos aporta la materia y el conocimiento acumulado a lo largo del tiempo permite al ceramista crear en armonía con la vida y la naturaleza.
Espero que disfrutes de esta pequeña muestra tanto como yo he disfrutado al crear cada una de las piezas que la componen.